Hola Gamers!
¡Una nueva semana, un nuevo blog!
Aunque ahora con todas las medidas de seguridad que exigen la disolución de grupos la cosa está bastante complicada y los grandes torneos se han visto obligados a suspenderse (al menos en territorio patrio) No está de más recordar cierta información importante para aquellos locos del póker en vivo.
Y especificamos en vivo porque, al final, tener a tu contrincante de cara y rebatirlo es lo realmente interesante de este juego.
Ser el mejor y demostrarlo.
El póker es un juego de estrategia donde tener los nervios templados y saber conocer a tus compañeros de partida te suponen ya un gran avance con respecto a los demás.
Al final, de una forma u otra y por supuesto, generalizando, todos tendemos a desarrollar una forma de jugar que termina identificándonos. Por eso, no solo es de utilidad conocer al contrario sino conocerse también a uno mismo y ser capaz de prever lo que los demás ven cuando jugamos.
Por esa razón, os dejamos una serie de roles de jugadores de póker para que podáis echarles un vistazo y analizar si compartís rasgos afines o no.
Encontraréis mucha teoría sobre este tema, pero por regla general se suelen tener en cuenta dos factores a la hora de definir los tipos: el rango de manos con el que juegan, es decir, si entran a muchas o pocas manos, y el grado de su actividad durante el desarrollo de la mano.
Podemos distinguir:
El conservador: interviene en pocas manos porque las cartas mínimas que considera necesarias no le llegan a menudo. Cuando juega, normalmente es el favorito en la mano y los rivales saben que, casi siempre, tendrán que mejorar sus cartas con otras para ganarle. Después del flop sus decisiones son relativamente sencillas. Si tiene las cartas a su favor, tendrá una jugada muy fuerte. Y si el flop no se las ha mejorado, aún es posible que tenga una buena jugada, aun cuando los oponentes hayan mejorado las suyas.
Suelen ganar muchos pequeños botes pero pocos grandes. Y suelen ser bastante fáciles de identificar
La Roca: Es muy selectivo con sus manos iniciales. Solo jugará con las mejores cartas y apuesta de forma sólida. Prefiere cartas fuertes para entrar en una mano. De entrada, le cuesta más meter fichas en el bote. Sabe qué manos jugar y cuáles tirar inmediatamente. No le gustan las manos especulativas (como los proyectos de escalera o de color) y evita las jugadas disputadas o espectaculares. Le gusta ser rápido y certero. Es predecible pero es difícil ganarles muchas fichas. Este tipo de jugadores abunda en el póker en vivo, Inicialmente no te interesa jugar contra este tipo de rivales porque no conseguirás llevarlos más allá de donde ellos quieren ir.
El agresivo. Tienen un solo objetivo en mente: hacer que los demás abandonen la mano sin llegar a enseñar sus cartas. Para hacerlo juega de forma agresiva haciendo re subidas y apostando fuerte. Toleran un mayor rango de cartas iniciales y sienten menos respeto por la posición que ocupan en la mano. Juegan muchas manos y roban muchos más botes. Son difíciles de leer. Y suelen ganar más dinero con sus mejores manos. Sin embargo, sus decisiones tras el flop requieren más recursos y suelen ser más complicadas.
El Sólido. Sin duda es el mejor jugador que te puedes encontrar en las mesas. Es regular, con experiencia (lleva muchas partidas on line a sus espaldas). Es un jugador muy complicado y solo existe una forma de enfrentarse a él, siendo mejor. No juega muchas manos, pero cuando juega tiene el control del juego. Le gusta jugar al check-raise (pasar para subir posteriormente la apuesta de otro jugador) lo que consigue es asustar a los demás o forzar a los jugadores más flojos a jugar de forma errónea. Controla perfectamente las odds (del bote, implícitas y de su jugada) y apuesta e iguala en función de ellas. Es peligroso y tiende a aprovechar cualquier situación para generar ventajas y sacar de sus rivales todo lo que pueda.
El Maníaco. Es visible desde lejos porque juega muchas manos y hace apuestas sin sentido. Son un quebradero de cabeza porque resultan impredecibles. Son oponentes que bajan considerablemente el nivel de fuerza de sus cartas iniciales, juegan muchas manos y apuestan y suben apuestas de otros jugadores con frecuencia. Prefieren intervenir los últimos para tener la ventaja de la iniciativa. Intentan asustar a los contrincantes, forzándoles a tirar las cartas con subidas importantes o movimientos extravagantes. Tiran de farol constantemente y conviven con los semibluffs. Son erráticos, irregulares y juegan muy rápido. En los primeros niveles, suelen encabezar los torneos, aunque también suelen ser los primeros rivales en caer eliminados, ya que asumen riesgos superiores a los demás jugado
El Calling Station. Este tipo de rol es el propio de los novatos, porque pagan cualquier apuesta con manos totalmente especulativas. Para un jugador experimentado son muy rentables. La falta de experiencia les hace creer que cualquier carta puede servir para ganar una y se frustra si se queda fuera de la mano esperando que el resto de jugadores termine. Igualará siempre antes del flop con cualquier par de cartas y seguirá igualando apuestas hasta que vea que es imposible ganar la mano.
Superagresivo
La más reseñable de sus características es que van allá donde detecta que hay jugadores débiles. Son capaces de “oler la sangre” Pueden entrar en un bote con cualquier par de cartas desde cualquier posición. Ven muchos flops, más si son baratos. Son muy difíciles de interpretar porque se suelen adaptar a la partida de una forma casi mimética, resultando casi imposible averigua si van de farol o no. Su éxito depende del control de las odds, las apuestas y los riesgos asumibles. Están pendientes con todos sus sentidos de las circunstancias de la partida y, en particular, su conocimiento de los rivales. Esto es una gran ventaja, sin duda, pero también está limitado a jugadores con mucha experiencia, capacidad de observación espectacular y bastante ingenio.
Estos son en general los tipos de jugadores más habituales que puedes encontrarte alrededor de una mesa.
¿En cuál encajas tú?